Cómo subirlo a un columpio por primera vez

La sensación de infinita libertad que vivimos de niños en los columpios es una de las experiencias más entrañables de nuestra infancia. Ver todo de arriba y no de abajo como siempre, sentir como que volamos, que somos más altos, que podemos ser felices despegándonos del piso que antes era nuestra seguridad.

Ahora, nos morimos de ganas por ver a nuestros hijos felices subidos en un columpio, pero al mismo tiempo tememos que se asusten o golpeen. ¿Estarán listos?


¿Recuerdas haberlo estado tú? Lo que si debemos tener en cuenta son algunas recomendaciones y condiciones físicas que debes observar en tu hijo antes de subirlo por primera vez a los columpios:
  • Tu hijo ya camina, corre y salta sin dificultad.
  • No lo subas inmediatamente después de haber comido. Espera una hora por lo menos.
  • En su primera subida, procura que no hayan otros niños, o que estos no estén llorando. Tal vez se sienta cohibido.
  • Revisa que los columpios estén completos y en buenas condiciones, que no estén despintados ni oxidados, que sus cadenas o sogas se vean seguras.
  • Observa si al subir, tu hijo tiene náuseas o vértigo, puede que sea sensible a los movimientos pendulares. En este caso es mejor no insistir.
  • Observa que el suelo bajo los columpios sea de material especial contra golpes, de césped o arena. En ningún caso de cemento, tierra o piedrecillas.
  • Quédate a su lado; que no te pierda de vista. Las primeras subidas al columpio colócate a su costado, balanceándolo lentamente. Háblale con ternura y naturalidad, cuida tus gestos. Según su reacción podrás decidir si detenerte o aumentar la intensidad del vaivén.






  • Cuida que tu hijo no "baile" en el columpio. Si un columpio es muy grande para un niño, puede deslizarse causando golpes o sustos. Si es muy ancho - en el caso de los que tienen forma de animalitos y se "montan" por ejemplo - puede causar que se resbale.
  • La ropa es también importante, como siempre que se sale de paseo. Debe ser cómoda y de material fresco, sin accesorios.
  • Si cuentas con un jardín en casa aprovéchalo para colocar ahí un columpio. Los ofertan en variedad de modelos, colores y materiales.
Finalmente, lo más importante en todas estas experiencias nuevas eres tú. Tu actitud frente a ellas, sin nerviosismos ni apuros, confortará  a tu hijo y le ayudará a tomar de manera natural y divertida esta nueva aventura. Así será igual de feliz que tú en su columpio.


Comentarios

Publicar un comentario

¡Comenta aquí!