Cómo elegir la playa ideal para ir con los niños

En Verano,  la primera opción para salir de paseo con los niños es la playa. Pero luego nos damos cuenta que hay muy pocas a las que podemos llevarlos sin exponerlos a algún tipo de riesgo. Lo ideal no es dar media vuelta y encerrarlos en casa, sino conocer más sobre las playas a las que vamos con ellos y así poder elegir mejor.


Transporte

Hay playas cercanas a la ciudad y otras a las que toma más tiempo llegar. Tu elección debe tomar en cuenta el medio de transporte con el que cuentas. Si sueles ir a la playa en transporte público o taxi, sería más recomendable que acudas a playas cercanas. Si cuentas con un automóvil propio, puedes pensar en playas más lejanas, pues tienes donde llevar todo lo necesario. Si aún así decides ir en bus a playas alejadas, elige aquellas que alquilen toldos y sombrillas, accesorios básicos para disfrutar de un largo día, con los debidos cuidados adicionales.

Mar seguro

La braveza del mar también es un factor muy importante. No sólo para los adultos que podemos entrar a nadar, sino también para los pequeños que juegan en la orilla. Un mar impredecible puede destruir castillos de arena, perder herramientas de juguete o hasta tumbar a un niño sin previo aviso. Tu conoces las playas a las que has ido con tu familia desde la niñez, pero si ahora vives en otro lugar, es conveniente que te informes mejor con las autoridades municipales de la zona.

La cercanía a puertos, estaciones petrolíferas o muelles significa que pueden haber desperdicios en el agua, rastros de combustible y hasta de restos de redes y anzuelos. Evita este tipo de playas.

Accesos y escapes

Los accesos y vías de escape pueden hacer una gran diferencia en casos de emergencia.  Algunas playas, especialmente las cercanas a zonas urbanas, tendrán sus avenidas copadas ante accidentes o sismos. Infórmate sobre la calidad de las carreteras, señalización en las playas, existencia de postas médicas, unidades de salvataje, etc.

Arena limpia

Para evitar molestias adicionales, fíjate también en el tipo de arena que tiene tu playa. Las arenas de grano fino son más fáciles de limpiar que las de grano grueso. Del mismo modo, debes averiguar qué sistemas de limpieza se utilizan en esa playa para recoger botellas, chapas, ramas y demás basura que se oculta debajo de la arena y que puede causar accidentes.





Robos y asaltos

En las playas cercanas a centros poblados, la seguridad suele ser mayor, precisamente porque es ahí donde suceden la mayor cantidad de robos y asaltos en playas. Ir a una playa urbana significa llevar lo mínimo indispensable, en lo posible sin bolsos ni accesorios.

Orillas amplias

En playas con arenas amplias es posible buscar una mejor ubicación; hazlo a una distancia media de la orilla, ni tan lejos que tus hijos se quemen los pies para llegar al mar, ni tan cerca que el agua pueda llegar a tu toalla o que alguna pelota caiga en tu sombrilla. Cuida que el lugar en que estés no tenga cerca formaciones rocosas, ni en la arena ni en el mar, y que la orilla este siempre a la vista para vigilar a los chicos.

Comodidades e higiene

Asegúrate que la playa cuente con algunas comodidades que te pueden ayudar a atender mejor a tus hijos, como por ejemplo las duchas y baños en buenas condiciones, kioscos y vendedores de helados empaquetados. Confirma que todos los locales donde se venda comida o snacks estén debidamente certificados y autorizados, y con las condiciones de higiene necesarias para evitar contagios o enfermedades estomacales.

La gente

También es necesario saber si la gente que acude a esa playa cumple con las normas y respeta los espacios ajenos, si no se venden ni consumen bebidas alcohólicas en la playa, etc. El orden es algo que se percibe con el tiempo y es así como elegimos lo más adecuado.

Finalmente, hazte esta pregunta: de todas las playas que conoces, ¿cuál representa para ti un día de sol con menos preocupaciones? Luego, coge tu toalla y lleva a tu familia a disfrutar de la playa.

Imagen: Mike Baird en Flickr.


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