Qué hacer cuando tu hijo te insiste en jugar todo el día

Los niños entre los tres y seis años no quieren hacer otra cosa que jugar. Pero si bien su insistencia por compartir sus juegos con mamá es lo natural, puede alterarnos si no la sabemos comprender y manejar. ¿Debemos estar siempre dispuestas a jugar con ellos?


Si nos dedicamos a ordenar la casa todo el día, o por el contrario, si llegamos del trabajo con el tiempo justo para llevarlos a la cama, nuestros hijos nos insistirán para jugar con ellos cada vez que puedan.

Si sientes que en tu caso es así, es que estas viendo el problema desde el punto de vista de un adulto; lo que ve tu hijo es que no tienes un momento para él.

Sentarse en el piso puede ser toda una aventura para los pequeños, pero una tortura para muchos papás. No habrá semana en la que tu hijo deje de llamarte a su habitación para jugar a que el suelo de su cuarto es un circuito de carreras, una piscina o una lanzadera de cohetes.

Muchos padres de familia no saben que hacer en estas situaciones, se aburren pronto y quieren pararse con la sensación de que deberían estar haciendo algo "realmente importante" en ese momento.

Imaginarse una historia y vivirla hace tiempo que dejo de ser parte de lo que conocemos como entretenimiento, pero en los niños es lo natural. Los camiones de construcción pueden convertirse fácilmente en monstruos metálicos y debemos tener la mente abierta, no sólo para seguirles la corriente, sino para participar plenamente de sus códigos; debemos pesar como niños y entrar a su mundo en cuerpo y alma.

Pero otra cosa muy importante es establecer momentos del día para jugar. Muchas veces la insistencia de nuestros hijos por jugar obedece a un horario desordenado, lo cual les produce una sensación de incertidumbre; en lo más profundo de su ser nunca saben si ese día jugarán con papá o mamá o no. Pero con un horario para jugar, tendrán la certeza de que cada día habrá un momento para disfrutarlo contigo.

Lo más importante es no permitir que tu hijo asuma que no te provoca o no te gusta jugar con él. Debes explicarle que hay cosas que debes hacer. Si trabajas fuera de casa, háblale de tu trabajo, de por qué debes ir todos los días, en qué consiste y lo importante que es para que él viva tranquilo. Si trabajas en casa igual; que es tu responsabilidad mantener la casa - en la que también él vive - limpia y ordenada.

Luego hazle ver que a pesar de todo siempre hay momentos en los que puede compartir contigo. Indícale cuáles son y resérvenlos juntos; se convertirán en un verdadero tesoro para tu hijo.

También puedes solicitar permiso en tu trabajo para que tu hijo lo conozca. O puedes permitirle a tu hijo participar de acuerdo a su edad de las tareas de la casa.

En general, revisa todas las actividades que realizas a diario y selecciona aquellas en las que puedes compartir un tiempo con tu hijo; verás que nos son pocas. Una vez que tengas todo esto en claro, te sentirás tu también con la suficiente tranquilidad para estar con tu hijo, sabiendo que no estas usando el tiempo de ninguna de tus otras responsabilidades.

Imagen: Clogozm en Flickr.

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