La experiencia de mi Ale con el jugo de papaya: la carotenemia

El jugo de papaya acompañó mi infancia escolar todos los días. No había desayuno sin que lo estrenara esa refrescante combinación de papaya, plátano y naranja, maravilla de mamá que nos despertaba llevándonos el jugo a la cama; una manera de hacernos más fácil el empezar un nuevo día.


Pero desde mis primeros años de madre olvidé aquella tradición familiar, por más que en las revistas, en la tele y en el vecindario todos recomendaban el jugo de frutas, rico en vitaminas, como parte de una dieta balanceada y un desayuno energizante.


Hace unos años, debido a la crisis, tuvimos que hacer algunos ajustes y volví a casa de mamá con toda mi familia. Y con la mudanza volvió a mi y a mis hijos la costumbre del jugo de papaya al despertar. Fueron dos años de ininterrumpido disfrute para mis hijos de esta delicia natural. Mas las noticias sobre los efectos del consumo excesivo de la papaya y de otras frutas como la naranja empezaban a ser más fuertes.

Pero la costumbre pudo más.

Hasta hace unos días, poco después de dejar - nuevamente - la casa de mamá. Durante una consulta de rutina con el pediatra, el doctor se percató del color amarillento de las palmas de las manos de mi Ale. Yo conocía ese mismo efecto de la papaya en mi esposo, no sólo en las palmas de las manos sino también en las plantas de sus pies.


El pediatra de Ale me confirmó con un par de preguntas directas lo que hasta entonces sólo era una sospecha.

-¿Y estas manos? Su hijo está tomando jugo de papaya o naranja, ¿verdad señora?

A lo que no tuve más remedio que confirmarlo.

-Pues a partir de ahora, se olvida de esos jugos. Por lo menos de veinte a treinta días.

-Pero es tan grave, doctor?

-Afecta los vasos capilares y la circulación. A algunos les afecta más que a otros.





En mi caso era mitad y mitad; mientras que mi hija y yo no mostrábamos síntomas como la pigmentación de la piel, Ale y mi esposo sí; hasta hacerse casi fosforescentes!

-Nada de papaya ni naranja por veinte días, señora. De ahí en adelante, puede hacerlo, pero de vez en cuando.

La histórica sabiduría familiar había sufrido una tremenda derrota. Pero a juzgar por los precios cada vez más elevados de las frutas, siento que será un gran ahorro también.

Entonces me interesé por averiguar más sobre el tema. Como en qué consiste los efectos de la papaya en la salud.

Encontré que entre los efectos de su consumo exagerado de la papaya está la diarrea y su prohibición en personas que estén con tratamientos diuréticos, debido a sus propiedades digestivas.

Otros indican que el consumo abundante de papaya puede inducir cáncer de próstata, aunque otros afirman que, al contrario, ayuda a prevenirlo, por su contenido de licopeno.


También encontré que la mezcla de papaya con naranja en los jugos complicaba la digestión; precisamente la combinación que me dió mi mamá por años.

En gente que es alérgica a la papaína, la enzima extraída de la papaya en grandes concentraciones, puede ocasionar picazón, urticaria o hasta problemas respiratorios. Hay quienes hablan incluso de problemas en la coagulación de la sangre.

Finalmente hallé la razón del color amarillo o anaranjado de las manos de Ale: la carotenemia. Una coloración de la piel por efecto de los betacarotenos y el licopeno, abundantes en la papaya. Puede se confundida con la ictericia, pero sus causas son totalmente distintas y su diferencia más saltante es que segunda también colorea los ojos de amarillo.

Es así como decidí variar el desayuno en casa, intercalando uno o dos días de jugo de papaya con otros jugos, como refresco de hierba luisa, chicha morada (tradicional en Perú, hecha con maíz morado), o agüita de maracuyá o piña. Lo básico en las mañanas sigue siendo la leche o yogurt, el huevito duro y su pan con mantequilla y jamón, o mermelada. Eso no lo cambiamos por nada!

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