La eterna discusión sobre si dar sopa a los niños

Las recomendaciones sobre alimentación infantil siempre están cambiando. Lo que era normal cuando nosotros éramos niños hoy no es necesario o incluso hasta peligroso. Algo parecido sucede con dar sopa a los niños.




Nutricionistas y pediatras se turnan en las revistas especializadas, unos para defender la importancia de tomar sopa en los niños, y otros para alertar sobre los riesgos de hacerlo.

Los defensores indican que la sopa contiene muchos nutrientes cuando es hecha con carnes y vegetales y también aporta líquidos. Algunos médicos han publicado sus experiencias sobre el tema reduciendo, por ejemplo, la mortandad de recién nacidos en los hospitales dándoles sopa en biberón.

Otros señalan más beneficios, aunque parecen más dirigidos a reforzar el papel de la sopa como parte de un régimen dietético para adultos, pues destacan propiedades como reducir la necesidad de ingerir más alimentos y su menor densidad energética.

Quienes por otra parte cuestionan la inclusión de la sopa en la dieta de los niños, sostienen que si bien una sopa puede contener muchos elementos nutritivos, el agua hace que los niños se llenen antes de haberlos consumido lo suficiente. Más aún los pequeñitos, cuyo estómago tiene una capacidad menor.





Resaltan también la necesidad de diferenciar primero a quién se va a alimentar con la sopa para decidir si es o no nutritiva. Para los bebés, en especial los que recién empiezan a alimentarse, se les debe dar papillas espesas y no sopa ni calditos. En el caso de niños mayores, el plato de fondo debe ir primero y la sopa después, como complemento.

Finalmente, señalan que las verduras cocidas en la sopa pierden mucho de su contenido de vitaminas hidrosolubles como la vitamina C, por lo cual, además de la sopa, se debe incluir en la alimentación infantil verduras crudas y frutas.

Imagen: CulturaDeco

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  1. La correcta alimentación y nutrición en los niños dependerá siempre de su desarrollo y crecimiento.

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