Consejos para que los niños puedan jugar con tierra

Ver a nuestro hijo jugando con la tierra de la maceta, o peor aún, usando la tierra de postre, es una imagen que a muy pocos papás nos gustaría tener al frente. Para que los niños puedan jugar con tierra, es necesaria una estricta supervisión y cumplir con algunas sencillas pautas.


En los jardines de infancia se usa la tierra como material de enseñanza, principalmente para amasar, hacer experimentos, crear figuras de barro, etc. Pero la tierra que se use para las diferentes actividades debe ser especial. Existen viveros y ferreterías que ofrecen tierra embolsada. Pídela sin abono o consulta sobre la reservada para que jueguen los niños.

A pesar de esto, hay que seguir las normas de aseo de manera profunda antes y después de la actividad, supervisar que los niños no se lleven la tierra a la boca, controlar que manipulen sólo las cantidades suficientes para realizar su tarea, evitar que se lleven las manos a los ojos o que arrojen puñados de tierra al aire o a un compañero.



Antes de la actividad, no almacenes la tierra en bolsas, sino en envases plásticos herméticos, lejos de los salones. Si al trabajar con ella necesitas distribuirla por porciones entre los niños, ayúdate con una pequeña pala a manera de cucharón. Una vez finalizada la lección, reune toda la tierra y descártala inmediatamente. Se recomienda que trabajes con este material antes del recreo, para que durante este la maestra auxiliar pueda ayudarte en la limpieza de las mesas y pisos.

Una ventaja adicional de usar la tierra en el nido es que se evitará que el niño busque hacerlo por su cuenta y en el momento menos pensado, estimulado por la prohibición y su insaciable curiosidad.

Foto: EPA en Línea

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