Cómo descubrir verdaderos Valores en los Niños

Se ha descubierto que, según sea el estilo y la tendencia empleada, las nociones consideradas como valores pueden variar de una fuente a otra. Lo que debemos establecer primero es saber cómo descubrir un valor. Esto puede ser posible si definimos primero las características o requisitos que deben cumplir, los cuales brindamos a continuación.

Elección Libre

El valor impuesto no es un valor. Todo lo que se imponga anula la libertad. Como cuando oimos frases típicas al respecto: " Te lo digo yo", " eso es lo que más te conviene "¿qué idea tienes tu de la vida?", etc.

Opción a escoger entre alternativas

Un valor no vale si no ha sido producto de una elección entre varias posibilidades. Es parte de la libertad. El niño que elige debe poder recoger los datos primero, evaluarlos, y finalmente tomar una decisión.

Sufrir y aprender de las consecuencias

El valor es firme, no se deshace fácilmente. Para saber que un valor es tal debe estar sometido a las consecuencias. Sólo "sufriendo" éstas se verá si es valor un si en cambio es un mero deseo o ilusión pasajera.

El valor da placer

Cuando se ha encontrado un valor, el niño logra cubrir necesidades vitales, fisológicas, de estima, de pertenencia y de afecto. Entonces todo el cuerpo se alegra de ello, es feliz de haberlo hallado.

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La misma alegría por haber descubierto ese valor querrá salir a las calles y gritarlo al viento. El valor se hace notar. Lo destilará en cada acción que realice, en cada experiencia que disfrute, con cada amigo que interactúe.

Del dicho al hecho

Para que el valor se afiance como tal, debe pasar de las palabra a la acción. El valor no es potencial, sino activo y dinámico. Quien se la pase teorizando sobre el valor que dice tener sin nunca aplicarlo en su vida diaria y en las situaciones que lo ameriten, es un inquilino de paso.