¿Desencuentros en la familia? Desempolva ese álbum de fotos

A veces lo agitado de la vida nos tiene aleados de la familia. Siempre hay algo más que hacer o pensar a la hora de cenar en casa. Duro es el golpe cuando en medio del apuro nos percatamos que nuestros hijos están creciendo más rápido de lo que estamos preparados a aceptar. Y peor aún, pensamos que no hicimos lo suficiente.


La unión en una sesión


Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero también es cierto que esa misma imagen vale otros tantos momentos de tu vida y la de tus hijos. En un álbum de fotos están resumidos todos aquellos años llenos de alegrías pero también de tristezas, incertidumbres y grandes decisiones. 

Recordarlos es volver a vivir juntos todos aquellos momentos que disfrutamos unidos. Sacarlos a flote nos hará caer en la cuenta de la fuerza de nuestro vínculo.

Descubriendo el álbum de fotos en familia


El álbum de fotos (o tu carpeta familiar en la pc) tiene atesorados aquellos instantes que pensaste era importante testimoniar en imágenes. Muchos de ellos cobraron una mayor importancia a medida que los años pasaron.

¿Tu relación con tu hija en plena pubertad es tirante? No tienes nada más que buscar aquella foto en la que se abrazaba de ti, o cuando subieron juntos a aquel bote con pedales en el club campestre, o cuando se miraban cara a cara, sonrientes y ella de apenas unos pocos meses. Entonces, el vínculo de amor, oculto por los desencuentros, se hará visible y pondrá todo en su lugar, en silencio.

El infinito valor de una imagen






Las fotos  que contiene un álbum pueden ser tan variadas que resulta difícil pensar que pueden tener un orden. Pero si les prestas atención, verás que puedes valorarlas de muchas maneras:
  • Por acontecimientos: bautizo, boda, actuaciones en el jardín o colegio, paseos, cumpleaños.
  • Por lugares: hogar, parque, playa y campo, colegio, casas de amigos o parientes.
  • Por emociones: la familia a contraluz frente al mar, los hermanitos caminando abrazados por el parque, tu hija sacando su cabecita y sonriendo por detrás de un juego infantil, un abrazo familia en la cama, el rostro de tu hijo en primer plano con los ojazos abiertos y la lengua afuera, madre e hija en el columpio, los hermanos jugando en la arena húmeda de la playa, mientras el sol se oculta en el horizonte.

Cada foto es un huracán de emociones contenido en un instante, de ahí su tremendo impacto a la hora de verlas. Pero ese mismo impacto servirá para sanar nuestros corazones y entender que la vida es un álbum de fotos infinito.

El álbum de fotos familiar como vacuna


Si estás pasando por días difíciles, las fotografías de tu familia pueden convertirse en un poderoso remedio. Ver la alegría que pudiste ser capaz de darles a tus hijos durante todos estos años te confortará con la esperanza de que siempre habrá la oportunidad de vivir tiempos mejores que merezcan nuevas fotos.


Esa esperanza está ahí, en la sonrisa de tu hijo cuando lo cargabas en sus hombros. Por más duros que sean los problemas, no permitas que tus hijos perciban que el papá o la mamá cariñosa que fuiste ya no volverá, sino que aún está ahí, listos para recibirlos con un abrazo y una sonrisa cuando a ellos les toque vivir malos tiempos.

Y sí, es posible que al hojear esos voluminosos compendios de vida, el corazón se te suba en la garganta y la nostalgia te abrume. Pero oblígate a ver todas las fotografías. Luego, descansa. Entonces, la certeza de que tu familia te necesita te dará las fuerzas necesarias para seguir remando.

Imágenes: Lars Plugmann , LDS.org


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