Precauciones básicas para la visita al zoológico

Por fin ha llegado el día de visitar el zoológico. Toda la familia está ansiosa por conocer animales de todo el mundo. Tu hijo quiere ver de cerca a esas criaturas que hasta ahora solo vio en películas. Pero para disfrutar la experiencia al máximo, es necesario que tomes en cuenta algunas cosas.


Verifica seguridad


El zoológico es uno de los destinos preferidos para visitar con niños. Infórmate de cuáles son los zoológicos más seguros y confiables de la ciudad en que vivas o que estés visitando. Averigua su ubicación, las medidas de seguridad que tienen y su organización y colecta referencias de personas que los hayan visitado.

Lleva agua y snacks


Por sus grandes dimensiones, ir al zoológico puede tomar un día entero. Por eso, debes procurar que las  horas de visita sean lo más divertidas y cómodas para tu hijo. Una manera de lograrlo es llevar tu propia comida y agua. En la mayoría de los zoológicos venden comida, pero a veces los precios son francamente abusivos.

Abrigo o protección solar


Los zoológicos suelen ser espacios al aire libre. Por eso, dependiendo de la estación, procura que tu hijo esté vestido de la manera adecuada. Si es invierno, evita que se enfríe llevando ropa abrigada. Si es verano, evita que le dé una insolación, llevando gorros y protector solar.

Niños a la vista


Ten a tus hijos siempre a prudente distancia, o de la mano si hay mucha gente. Los espacios abiertos como el zoológico son una tentación para correr y recorrer. Mantente siempre vigilante.





No des de comer a los animales


El zoológico se encarga de eso, y también de recordártelo con carteles por todo el lugar. Cada animal necesita un tipo diferente de comida. Darle  algo de lo que comemos los puede enfermar. Otra razón es que, al recibir comida de las visitas, los animales se acostumbran y rechazan su comida. En algunos casos hasta se pondrán exigentes y esto puede traer más de una molestia.

Lejos de las jaulas


Hay muchas razones para mantenerse alejado de las jaulas de los animales, la mayoría de ellas obvias para todos, menos para los niños. Instruye a tu hijo sobre ellas. 


En los zoológicos de mejor reputación incluso hay límites señalizados con barandas que indican hasta dónde puede acercarse la gente. Vigila que tus hijos no las pasen por ningún motivo. Los monos pueden querer tocarlos con sus largos brazos, las aves ensucian sus jaulas al defecar, etc.

No molestar a los animales


No dejes que tu hijo grite a los animales o golpee sus jaulas. Además de que es una conducta muy triste y que deja mucho que desear sobre su crianza, puede provocar la enojada respuesta del animal y convertir una maravillosa experiencia en un desagradable recuerdo.

Sigue al guía


Los zoológicos pueden ser un verdadero laberinto si lo tratas de recorrer solo. También corres el riesgo de perder tiempo valioso averiguando qué sección te faltaba por recorrer. Lo mejor es seguir a los guías con los que cuenta el establecimiento. Así lo podrás conocer todo y tus hijos conocerán más sobre los animales. Si a pesar de eso decides que es mejor pasear en libertad, solicita planos.


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