La importancia de ver fotos de familia con tu hijo

Para un niño su familia es papá, mamá y hermanos, lo saben desde muy pequeños y eso les basta.  ¿Y qué pasa con los abuelitos de papá, sus primos o parientes que ya no están o que viven lejos? Una manera de acercarlos a su vida es ver juntos las fotos familiares.


Incluir a toda la familia en el universo de nuestros hijos enriquecerá su noción de pertenencia a un grupo humano con un origen común. A pesar de la facilidad que hay hoy en día para tomar fotos y almacenarlas, el album de fotos tradicional sigue siendo un recurso donde el niño no solo puede ver las fotos sino tocarlas y así sentirlas más reales.

Antes cada foto valía su peso en oro y colocarlas en el album era todo un ritual. Puede que todas sumadas sean menos de las que se pueden tomar hoy en un mes, pero su calidad y carga emocional es mucho mejor.

Abrir un album de fotos con tu hijo le introducirá a un mudo que no conocía, pero que lo incluye. Sabrá que sus papás también tuvieron abuelitos que los engreían y con los que salían a pasear. Conocerá a los tíos que están en el cielo y a los primos de mamá que viven en otro país. Además, ver a papá niño o a mamá en su primer cumpleaños será una gran experiencia.

Frente a estas imágenes su mente podrá confundirse al principio, surgirán preguntas sobre el cielo, o sobre donde está ese club campestre tan bonito para ir. Sentirá curiosidad por saber cómo creciste tanto, se sorprenderá con las ropas tan raras, se preguntará como es que esas personas podían vivir felices si todo era blanco y negro.





Cuando decidas mostrarle las fotos familiares haz como si fuera algo que tú vas a hacer sola, no se lo impongas. Observa su reacción y responde a sus preguntas, explícale con paciencia quién es esa señora que te cargaba cuando eras bebé y que cuando visitabas su casa te recibía con galletas y helado.

Permite que toque algunas fotos con cuidado y respeto, que entienda que tú fuiste como él y que el crecerá como tú y podrá verse después de mucho tiempo en sus propias fotos familiares.

Puede ser que su interés dure poco, pero ese breve momento será suficiente para darle una nueva visión de su entorno y de sí mismo. Le gustará saber que es parte de una historia, que existen otras personas que tiene mucho en común con él y de cuyo grupo es una parte muy importante.

Cuando el decida que ya fue suficiente por ese día y se vaya a jugar con sus juguetes, seguramente tu te quedarás viendo las fotos un tiempo más sobre aquel sillón. Entonces reflexiona: no tuviste que encender tu dispositivo para "compartirlas" con tu hijo; y eso no tiene precio.



Imagen: Richard Elzey en Flickr.

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