Los momentos mágicos de la navidad

La temporada navideña nos hace niños de nuevo. Nos invita a sentir cosas buenas hacia los demás y a expresar sentimientos de solidaridad hacia quienes lo necesitan. Pero parte de la magia de estas fiestas también está todos esos pequeños momentos que hemos vivido tantas veces y que nos han marcado desde niños.



Armado del árbol navideño en casa

En algunos hogares se espera el primer domingo de diciembre, en otros el primer día del mes. Lo importante es buscar un día en que toda la familia esté junta en casa. Entonces papá coge la llave del desván y saca una por una las cajas que contienen los adornos navideños. Una de ellas, más alargada, es la que llama la atención y despierta la ilusión de sus hijos. Es el árbol de navidad.

Papá se encarga de la estructura y los niños ayudan a colgar las bombillas o esferas navideñas. Su brillo y textura los hipnotiza. Luego vienen las lágrimas de cristal, las estrellitas, nieve artificial, cintas y otros detalles. Pero lo más esperado son las luces de colores. Papá y mamá preferirían algo más sobrio y elegante, como las luces de un solo color, pero la alegría de los niños se refleja mejor en un juego multicolor.

Finalmente, se hace el silencio. Papá conecta el enchufe y listo. Un festival de colores se adueña de la sala y de los rostros de los niños, que brillan de alegría.


Carta a Papá Noel

"Un avión de papel que vuele, un pomo de pompas de jabón y un coche a control remoto". "Una patineta, un zhu zhu baby y un cd con la música de Violeta". Son algunas de las sorpresas que encontrará Papá Noel al leer las cartas de los niños. Claro que antes de la lista es necesario explicarle lo bien que se han portado ese año. Tal vez tu hijo escriba algo así:

"Hola Papá Noel. Como sabes ya llegó la Navidad y me gustaría que me regales estas cosas. No te preocupes si no encuentras algunas. Me porte bien este año, pero mi hermanito no mucho (!!!!!) pero igual regálale a él también. Me gustaría:.....Muchas gracias. Camila. ¡Feliz Navidad!".

Las cartas se colocan sobre el árbol de Navidad. Desde su casa en el polo norte el viejito pascuero leerá cada una, verá que puede hacer de acuerdo a su presupuesto del mes y saldrá a repartir regalos en la víspera de Navidad. Cambios de última hora, máximo con 24 horas de anticipación, por favor!


Un plato de galletas y leche

Mamá entra al dormitorio de su hijo y le pregunta: - ¿Tienes todo listo para mañana? - Si mamá. ya deje la carta y he ordenado mi cuarto - Entonces, ¿me ayudas a preparar las galletas para Santa?

Los ojos de Tomasito se abren de par en par y sale corriendo de su habitación a la cocina. Ahí mamá le pide que cierna la harina con la pizca de sal, que vierta la leche y que le ayude a amasar la masa.

Con moldes de estrellas, árboles y campanas cortan varias veces la masa y al horno. Media hora después, un delicioso aroma impregna la casa. - ¿Cuántas se comerá Papá Noel? - Dejémosle cuatro mamá, no se vaya a llenar y después no entra en su trineo. - De acuerdo, cuatro galletas, su vaso de leche y vamos a casa de la abuelita a recibir la Nochebuena.


Canto de villancicos

En casa de la abuelita nos recibe una selección de canciones navideñas tradicionales cantadas por niños. De pequeños las adorábamos, de jóvenes las odiábamos pero hoy, de papás, nos hemos reconciliado con ellas porque les gustan a nuestros hijos. Abuelita junta a sus nietos junto al pesebre. El niño Jesús aún está cubierto con una delgada tela roja. A la señal del abuelo, los niños cantan al Niño Dios sus mejores tonadas. Aplausos y abrazos. Muy bien José Carlos, Aitana, Alejandro, Natalia, el Niño Jesús estará muy contento y agradecido con ustedes. El corazón de los niños no puede más de orgullo y gozo. ¡Jesús, contento conmigo!






Chocolate

Otro aroma de la Navidad, matizado con clavo y canela; de esos que no se borran nunca y que forman parte de la ilusión de estas fiestas. Tomar chocolate, (caliente o tibio, según donde estés) une a la familia y les encanta a los chicos. Solo un consejo: ¡no lo hagas muy cargado!


Descubrir los regalos en el árbol

"¡Chicos, rápido!; ¡Todos arriba que ya llega Papá Noel y si los ve se asusta y no deja nada! Un tropel de pequeñas cabecitas sube las escaleras hacia el cuarto de los abuelitos. Se esconden bajo la cama y en los armarios. Sus mentes vuelan, su respiraciones se agitan, sus oídos se afinan. Entonces un portazo, campanillas de cascabel allá abajo y una risa muy, muy familiar. Un cuchicheo se esparce por la habitación. ¡Es él, es él!. Otro portazo y cascabeles en la calle, que se alejan....

De pronto, aparece papá en la puerta de la habitación. ¡Chicos, ya pueden bajar...despacio! Y se arma el festival. Alegría para los chicos; realización, felicidad plena para los papás y abuelos, al ver esa alegría, que casi se puede tocar. ¡Ah, la Navidad!


El abrazo a las doce

Suele ser entre los mayores, mientras los chicos están ocupados abriendo sus regalos. Al toque de las doce campanadas, celebramos con un abrazo, no solo al Niño Jesús nacido, sino también a todos los que estamos ahí, en ese preciso momento, reunidos en familia para compartir alegrías y cariño. Sentir que el esfuerzo no ha sido en vano al ver reflejado sus frutos en la sonrisa de nuestros hijos. Además, esta el ejemplo. Ver eso abrazos y percibir ese cariño es un tesoro invalorable para ellos.


Los fuegos artificiales

La fina tela que cubría al niño ya fue retirada. El pesebre es todo dicha y esplendor. Allá afuera la alegría desborda, los cielos son un caleidoscopio infinito. La familia entera sale a observar esa maravilla milenaria de luces y explosiones intensas. Siempre fueron impresionantes, pero para un niño sencillamente son el paraíso.


Misa

En la víspera o a la mañana siguiente, un momento de reflexión y comunión con la esencia de la Navidad. Para recordar lo que realmente celebramos, lo mucho que influye en nuestras vidas y en la de nuestros hijos. Ir a la iglesia a celebrar una eucaristía navideña nos une como comunidad religiosa e integra a nuestros hijos en ella.

Acudiendo a la misa por navidad los niños entenderán la verdadera dimensión de la navidad. Sabrán más sobre Jesús y su importancia en nuestra vidas y que el amor que nos dio no solo es lo que agradecemos en estas fiestas sino a lo que aspiramos y lo que buscamos transmitirles cada día.


Cena navideña en Nochebuena

En algunos países se organiza una cena familiar para recibir la Navidad. En esta cena se busca lucir la mesa con las más variada delicias. Carnes, ensaladas, dulces y piqueos visten la mesa. El esfuerzo que eso significa no debe pasarse por alto. No solo el económico, sino las horas y hasta días que representa su preparación para que la Navidad salga a pedir de boca. Ahora bien: una vez al año, dicen, no hace daño; pero igual, vayamos con mesura.


Almuerzo navideño

En el otro lado del mundo, las navidades familiares se viven con mayor fuerza el día 25. Aquí es donde se engríe al paladar con el mejor banquete posible. No importa si es una comida sencilla o gourmet, lo que vale es el cariño que refleja para aquellos que acuden a la reunión, especialmente los más pequeños.


Cada uno de estos momentos forman parte de nuestros más queridos recuerdos. Los atesoramos en la memoria, muchas veces sin quererlo, hasta que vuelven a nuestras vida en el momento más oportuno; y los recibimos agradecidos. Permitamos que nuestros hijos los vivan y atesoren también. Ese será nuestro mejor regalo de navidad para ellos.

¿Se nos pasó algún momento navideño especial? ¡Comparte y comenta aquí el quetú más recuerdas!

Tal ve haya sido uno como este ( las imágenes van más allá que el idioma):




Imagen de cabecera: The Lamb Family en Flickr.


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