Riza era una botella de plástico muy bonita, toda llena de agua. Hacía un tiempo que esperaba en el estante de la tienda a un niño que se la llevara para darle felicidad con su refrescante contenido. Hasta que un día, un pequeño y su papá se la llevaron a casa para compartirla con toda la familia.
Riza era muy feliz al ver que aliviaba la sed de todos. Al final de la merienda, el niño se la llevó y la metió en una bolsa verde. Estaba llena de otras botellas de plástico como ella, todas muy temerosas y confundidas. Pero Riza seguía tan feliz como cuando aún estaba llena de agua.
Las otras botellas se asombraron de que Riza esté feliz en una situación como aquella. Pero se sorprendieron aún más cuando les explicó el motivo de su felicidad.
- No tengan miedo. Estamos a punto de ser renovadas para seguir llevando alegría a muchos otros niños. Lo sé porque ya pase por esto antes y les aseguro que es una aventura fantástica.
Pero sus compañeros seguían sin entender.
En ese instante sintieron que algo los levantaba. Todas las botellas gritaban, menos Riza.
- Calma, calma - les decía, con una gran sonrisa que inspiraba tranquilidad. - Van a reciclarnos.
- ¿Cómo que reciclarnos? - le preguntó una de las botellitas, la más curiosa de todas - ¿Acaso van a convertirnos en bicicletas?
Riza soltó una risa que contagió de optimismo a todos.
- Noo! Van a reutilizarnos, es decir, hacernos útiles de nuevo. Nos llevarán a un lugar donde nos convertirán en cosas nuevas. De esta manera se evitará que vayamos a parar a un sucio basural y así protegeremos el medio ambiente.
- ¡Qué bueno! - respondió la botella curiosa, contagiada de alegría. - Entonces no nos desecharán, sino que volveremos a llevarles alegría y a calmar su sed y su hambre con la nueva comida o bebida que contengamos.
- No solo eso. También podrían elegirnos para llevar más diversión a los niños, transformándonos en juguetes de plástico, por ejemplo. Somos muy valiosas para terminar en la basura. Será una experiencia maravillosa; como nacer de nuevo.
De pronto, todo se detuvo. Sintieron como algo los levantaba nuevamente y los depositaba sobre una mesa que se movía.
- ¡Aquí vamos! - exclamó Riza, entusiasmada.
Y como si estuvieran en una montaña rusa, todos se deslizaron gritando de emoción y alegría.
Algunas horas después, salieron por el otro extremo, convertidas en todo tipo de objetos de plástico reciclado con rumbo a diferentes fábricas, donde se llenarían nuevamente de alegría para otros muchos niños. Iban felices e impecables, listas para una nueva aventura.
Igual que lo hizo Riza, ellas también contarán su historia de cómo ayudaron a tener un mundo más limpio, enseñándonos a protegerlo.
Perfectoooi!!!!
ResponderBorrar:)) !!
Borrares hermoso
ResponderBorrarMuchas gracias, compártelo!
Borrar:D
ResponderBorrarMuy hermoso el cuento.Gracias por compartirlo.
ResponderBorrares Hermosísimo pero es muy pequeñito necesita tener más contenido
ResponderBorrarEn realidad, ¡tenemos de todo un poco! Puedes encontrar más en este blog, buscando como "cuento infantiles". Gracias por leernos!
BorrarHola me gustaría
Borrarque me dieran preguntas para hacerle a los niños sobre este cuento gracias :D
Muchas gracias le encantará a mis alumnos
ResponderBorrarA mí me sorprendió bastante, pero a mi hija de 3 años, el cuento que más le gusta es un cuento "ecologista" que la verdad es que ha logrado que ella se preocupe por que no se tire el papel, por que se recicle el papel, y toda esa clase de cosas.
ResponderBorrarMe sorprende mucho que un cuento ilustrado pueda tener ese efecto increíble sobre una niña tan pequeña, lo que me lleva a pensar que, si todos los niños leyeran cuentos como este, en unas pocas décadas el mundo podría ser mucho mejor.
El librito se titula EL VIAJE DE PAPELOTE
Nos lo recomendó su maestra de la escuela infantil, nosotros lo compramos en Amazon, no sé si también lo venden en las librerías o si se puede conseguir en bibliotecas públicas, la verdad.
Un saludo,
María.
Me encanta :3
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