Cuándo cambiar de pediatra

Elegir un pediatra en cualquier especialidad ya es un tema que merece tu especial atención. Pero saber cuando cambiar al médico que ve y decide sobre la salud de tu hijo es también importante.




Una vez que decidimos con qué pediatra se verán nuestro niños, nos olvidamos del tema y nos cuesta mucho reconocer que no fue una buena elección, cuando vemos que la atención no es la esperada.

Hay varias señales que puedes identificar para ir pensando -con el dolor de tu corazón- en buscar una nueva opinión médica, o incluso un nuevo centro pediátrico para tu hijo:
  • Atención médica "en cadena". La atención que el pediatra le brinda a tu hijo es fría e impersonal. Como si frente a él pasaran estadísticas y no pequeños seres humanos con necesidad de afecto.
  • Errores de diagnóstico. A todo el mundo le pasa; hasta a los pediatras. Pero si tu médico tiende a equivocarse varias veces al establecer qué es lo que tiene tu hijo, mejor cambiarlo.
  • Simpatía no es empatía. Puede ser un amor de gente, pero eso no le da carta libre para recetarte las medicinas más caras, sin conocer más sobre tu situación económica. No tendría por que gozar de tu simpatía.
  • Disponibilidad. Puede tener las mejor referencias, pero si nunca atiende tus llamadas de consulta, ni te facilita referencias sobre otros centros médicos donde ubicarlo, hay otros que sí lo hacen. Otra posibilidad es que sea muy bueno, pero su área de trabajo este lejos de tu casa.
  • Instalaciones. Se dan casos en que la higiene de una clínica termina en una fachada recién pintada o en el mandil blanquísimo del médico. Pero el resto está viejo, descuidado o desordenado. Entonces es hora de cambiar de centro pediátrico.
Imagen: 9mecella

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