"Mamá, estoy enamorado de mi maestra"

A muchos papás les pasó, aunque no todos lo recuerden. La figura de la maestra de jardín puede ser la inspiración de aquellas ilusiones infantiles que contribuyen a forjar las características emocionales que formarán parte de la personalidad del niño en el futuro.




Y es que el gran cariño que una maestra de jardín de infancia con vocación irradia a sus niños es mágico. Compartir con ellos horas de juegos, canciones, bailes y descubrimientos las hace muy cercanas emocionalmente; un referente confiable y necesario en el proceso de socialización del niño.

La sublimación de estos sentimientos muchas veces fluyen en la forma de emociones muy fuertes y puras, como suelen ser en los niños. El papel materno de la maestra durante las horas en el jardín también provoca que los niños vean su relación con ella como exclusiva, con elementos semejantes a una relación de pareja, con sus grandes alegrías y también sus decepciones. La intensidad de esta relación dependerá de cada niño, de sus cariños, carencias y crianza.

A quienes recuerdan aquel "primer amor" con nostalgia, no les es ajeno un sentimiento de profundo agradecimiento hacia aquella persona, motivo de tan agradables memorias.





Por eso, si un buen día nuestro hijo nos confiesa que la Miss es su "pareja", tratemos el tema con naturalidad, teniendo en cuenta lo hermoso que fue para nosotros y lo mucho que puede Enlacecontribuir en hacer de nuestro pequeño una persona mejor.

Imagen: DeviantArt

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