Creatividad con cachivaches

Muchas de nosotras recordamos con nostalgia nuestro baúl de cachivaches, esa caja de sorpresas y magia que teníamos en un rincón de nuestro dormitorio de niños, o que encontrábamos en los talleres de creatividad, repletos de cosas y objetos en desuso; era lo primero con que queríamos jugar.


Contra las tendencias actuales en la fabricación de juguetes, donde se ofrecen productos terminados y que estimulan muy poco la imaginación, los cachivaches eran todo lo contrario: su elemental naturaleza permitía dar rienda suelta a nuestra fantasía, insaciable curiosidad y necesidad por crear historias, personajes y juegos.

No era difícil ver un avión de pasajeros en una botella de plástico, o una carrera de botes en corchos flotando sobre agua en una batea.

Estos baúles son un excelente recursos para los jardines de infancia, y pueden ser llenados con infinidad de materiales de múltiples usos. Aquí te brindamos algunas ideas:





Pelotas, cinturones, botellas de plástico, tapas de botella, jarros, cajas de cartón, brazaletes, botones, ramas peladas, bolsa de yute, lona, tubos de cartón, hilos, trapos, papel picado (confeti), sogas, corcho, periódicos, jebe (hule), utensilios de cocina (sin óxido ni filo), cartón corrugado, algodón, elásticos, retazos de tela, papel higiénico, plumas, terciopelo, cordel de pesca, herraduras, llantas, pantallas de lámparas, juguetes viejos, restos de cuero, revistas, postales, ropa vieja, piedrecillas de playa, marcos, mantelitos, conchas, esponjas, palos, tiras de madera balsa (para modelar), envolturas de golosinas, latas de gaseosa, almohadas, semillas, gamuzas, carretes, medias, resortes, papel de pared.


Imagen: El Sentido Logico, Ambiente de Niños

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