El desarrollo del concepto de moral y justicia empieza desde temprana edad, sobretodo con las acciones y ejemplos que ofrecen los adultos (papás, maestras, comunidad) a los niños.
De acuerdo a esto, el puqueño irá construyendo un esquema que le permitirá discernir sobre qué es lo justo y correcto y que no lo es.
El realismo moral es una de las bases de este esquema, y se refiere a la tendencia a considerar los deberes y los valores que se relacionan con ellos como pautas a seguir y que no requieren mayor sustentación; están ahí y deben ser acatados. La regla se sigue entonces al pie de la letra; cualquier acto que no siga las reglas es malo, pues el niño evalúa todos los actos no por sí mismos, sino por su adaptación a esas reglas.
Por otro lado se da la noción de la moral a través de la cooperación y el respeto mutuo, que permitirá al niño definir qué es bueno y qué es malo, ya no tanto por que se ciña a reglas, sino por la intuición buena o mala que tenga de ello.
Hay entonces dos tipos de moral: La de obligación o heterónoma, y la de cooperación o autónoma. Ambas protagonizarán un contrapunto en la conciencia y las acciones del niño por el resto de su vida, dependiendo de la formación que se le de como marco para desarrollar su criterio moral.
Como una de las herramientas cualitativas de medición de estos valores en el niño, se encuentra la presentación de casos sencillos, a fin de que los pequeños lo resuelvan de acuerdo a su manera de pensar. La maestra servirá de guía, explicando el caso, luego podrá repetirlo y los niños darán cada uno su opinión sobre la solución o desenlace.
Estas actividades pueden servirle tanto a la maestra del Jardín de Infancia, como a la psicóloga o consejera infantil del mismo, teniendo siempre en consideración las edades, siendo más fáciles de aplicar en los niños más grandes. Aquí algunos ejemplos:
Sobre el Robo: Camila va a la tienda y ve una bonita cinta sobre una mesa. Piensa que quedaría bonita en su vestido. Cuando la encargada de la tienda da la espalda, Camila coge la cinta y corre afuera rápidamente.
Sobre la Mentira: Pedro estaba jugando con el celular de mamá, mientras su mamá estaba afuera, y lo perdió. Cuando mamá regresó y le preguntó por el celular, Pedro le respodió que el nunca lo había cogido ni lo había visto.
Sobre la Justicia y la Autoridad: Mamá le había dicho a Diego que él estaría encargado de hacer las compras, y a Manuel de barrer el suelo. Un día no había pan y Diego (encargado de las compras) se había ido, así que mamá llamó a Manuel (que ya había barrido el suelo) y le dijo que vaya él a comprar el pan. ¿Qué hizo Manuel?
Fuente: PNUD, Comisión Nacional Permanente de Educación Para la Paz: Cultura de Paz, Lima 1989.
Fotos: BBC News, China.org, Medalla Bariloche
De acuerdo a esto, el puqueño irá construyendo un esquema que le permitirá discernir sobre qué es lo justo y correcto y que no lo es.
El realismo moral es una de las bases de este esquema, y se refiere a la tendencia a considerar los deberes y los valores que se relacionan con ellos como pautas a seguir y que no requieren mayor sustentación; están ahí y deben ser acatados. La regla se sigue entonces al pie de la letra; cualquier acto que no siga las reglas es malo, pues el niño evalúa todos los actos no por sí mismos, sino por su adaptación a esas reglas.
Por otro lado se da la noción de la moral a través de la cooperación y el respeto mutuo, que permitirá al niño definir qué es bueno y qué es malo, ya no tanto por que se ciña a reglas, sino por la intuición buena o mala que tenga de ello. Hay entonces dos tipos de moral: La de obligación o heterónoma, y la de cooperación o autónoma. Ambas protagonizarán un contrapunto en la conciencia y las acciones del niño por el resto de su vida, dependiendo de la formación que se le de como marco para desarrollar su criterio moral.
Como una de las herramientas cualitativas de medición de estos valores en el niño, se encuentra la presentación de casos sencillos, a fin de que los pequeños lo resuelvan de acuerdo a su manera de pensar. La maestra servirá de guía, explicando el caso, luego podrá repetirlo y los niños darán cada uno su opinión sobre la solución o desenlace.
Estas actividades pueden servirle tanto a la maestra del Jardín de Infancia, como a la psicóloga o consejera infantil del mismo, teniendo siempre en consideración las edades, siendo más fáciles de aplicar en los niños más grandes. Aquí algunos ejemplos:
Sobre el Robo: Camila va a la tienda y ve una bonita cinta sobre una mesa. Piensa que quedaría bonita en su vestido. Cuando la encargada de la tienda da la espalda, Camila coge la cinta y corre afuera rápidamente.
Sobre la Mentira: Pedro estaba jugando con el celular de mamá, mientras su mamá estaba afuera, y lo perdió. Cuando mamá regresó y le preguntó por el celular, Pedro le respodió que el nunca lo había cogido ni lo había visto.
Sobre la Justicia y la Autoridad: Mamá le había dicho a Diego que él estaría encargado de hacer las compras, y a Manuel de barrer el suelo. Un día no había pan y Diego (encargado de las compras) se había ido, así que mamá llamó a Manuel (que ya había barrido el suelo) y le dijo que vaya él a comprar el pan. ¿Qué hizo Manuel?Fuente: PNUD, Comisión Nacional Permanente de Educación Para la Paz: Cultura de Paz, Lima 1989.
Fotos: BBC News, China.org, Medalla Bariloche
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